El aceite de almendras dulces es cultivado desde hace miles de años, se obtiene del fruto del almendro mediante un proceso de prensado en frío y procede de las regiones de Asia Central. Posee un gran valor nutritivo y su composición a partir de la almendra dulce es rica en antioxidantes, vitamina E y nutrientes esenciales. Gracias a su textura se puede aplicar directamente y tiene un aroma muy dulce y agradable. ¡Descubre todos sus beneficios!

Hidratante y regenerador. Retiene la humedad de la piel y la mantiene hidratada, por lo que lo puedes utilizar como parte de tu rutina de cuidado diario.

Adecuado para todo tipo de pieles incluidas las infantiles y la de los ancianos.

Tiene un efecto antinflamatorio por su contenido en zinc y vitamina E. Suaviza la piel, minimiza alergias cutáneas y atenúa heridas, piel irritada y otras pequeñas afecciones.

Es ideal para masajes gracias a sus propiedades emolientes. Restaura el pH de la piel dejándola brillante e hidratada. Además, también ayuda a calmar la ansiedad y el estrés.

Sus vitaminas también ayudan a atacar y retrasar la aparición de arrugas. Utilízalo por la noche después de la ducha para reforzar sus beneficios humectantes e hidratantes.

Ayuda a reducir las manchas y marcas de la piel gracias a su capacidad de blanqueamiento. Mezcla un poco de aceite de almendras con miel y aplícalo en la zona a tratar.

Es ideal también para reducir las estrías gracias a sus propiedades que favorecen una mejor circulación.

No solo tiene beneficios a nivel corporal, ya que el aceite de almendras también actúa a nivel capilar, fortalece los cabellos débiles, ayuda a la desaparición de escamas en el cuero cabelludo y también reduce la caída. Todo ello gracias a su alto contenido en ácidos grasos y vitamina E.